
"Más allá de la imagen: el retrato como reflejo del alma"
La fotografía de retrato es un viaje hacia el alma.
No es solo luz o composición, sino una forma de descubrir lo que habita en cada persona, de mirar más allá de lo visible y captar la esencia en su estado más puro.
Quiero invitarte a detenerte, a observar con otros ojos y a conectar desde un lugar profundo. No se trata solo de fotografiar, sino de aprender a ver, a sentir y a crear un espacio donde las personas puedan mostrarse tal como son.
En este workshop, compartiré contigo mi forma de trabajar el retrato: cómo establezco confianza, cómo dejo que la intuición guíe mis disparos y cómo cada sesión se convierte en un acto de autenticidad y belleza.

Descubriendo la belleza interior a través del retrato
Soy Eva Priego, fotógrafa especializada en retrato. Mi trabajo no se basa únicamente en capturar imágenes, sino en transmitir emociones, en reflejar la esencia de cada persona que se pone delante de mi cámara.
Desde que descubrí la fotografía, entendí que el retrato es una forma de ver más allá de la apariencia, de contar historias a través de la luz y la sensibilidad.
A lo largo de mi trayectoria, he buscado siempre la autenticidad, alejándome de lo superficial para centrarme en lo que realmente importa: la conexión humana. Cada rostro, cada mirada y cada gesto contienen una historia única, y mi misión es crear el espacio donde esa historia pueda florecer.

El Retrato como Reflejo del Alma
Un retrato no es solo una imagen, es un instante de verdad.
Mi forma de trabajar parte de la idea de que cada persona guarda una historia que merece ser contada, y mi papel como fotógrafa es crear el espacio para que esa historia se revele de forma natural.

No busco poses perfectas ni expresiones ensayadas. Me interesa la autenticidad, esos momentos en los que la vulnerabilidad se convierte en belleza. A través de la empatía, la escucha y la intuición, cada sesión se transforma en un encuentro sincero donde la persona se descubre desde un lugar nuevo.

En este workshop, exploraremos juntos esa capacidad de mirar más allá de la superficie, de ver a las personas en su esencia y de capturar su luz con respeto y sensibilidad. Porque más allá de la imagen, el retrato es un reflejo del alma.

Desde que empecé en la fotografía, supe que mi interés iba mucho más allá de la técnica. Me cautivaba la forma en que una imagen podía contener una verdad que ni siquiera las palabras alcanzaban a expresar. Con el tiempo, entendí que mi trabajo no era solo capturar rostros, sino acompañar a las personas en el reconocimiento de su propia esencia.
Cada persona que ha pasado frente a mi cámara me ha enseñado algo: que la belleza no está en la perfección, sino en la verdad de cada gesto; que la confianza es la clave para revelar lo auténtico; que un retrato puede ser un reflejo de cómo nos sentimos y cómo nos vemos a nosotros mismos. Mi cámara es solo un medio, lo importante está en la relación que se crea entre quien observa y quien es observado.